Hoy he tenido la oportunidad de debatir con una compañera, y a su vez, profesora de lengua y literatura en un IES de la capital. Por lo que decía, ya tenía 30 años de servicio, y aun siendo muy joven, preguntaba por su jubilación. No es que quisiera jubilarse, pero viendo a muchos de sus colegas en edad, y con la nostalgia propia de cualquier ser humano, parecía como si sintiese tristeza y a la vez "miedo" por la pérdida que va a suponer para nuestro sistema que nuestros profesores más mayores dejen las aulas.
Me encanta escuchar a los que más experiencia tienen, yo tras 8 años en la docencia, me siento en pañales, necesito aprender, crecer, innovar, ayudar a mis alumnos, y hacer "carrera". Sin embargo, la visión de nuestra compañera para con mis colegas más jóvenes, era más bien mala, decía que dábamos mala imagen con nuestras vestimentas informales, nuestros tuteos, nuestros ordenadores, o incluso con nuestra burocracia. Que esa imagen se traducía en problemas de autoridad y en consecuencia, en mala formación para nuestros alumnos. La burocracia nos hacía ineficientes.
La disciplina, la autoridad, la tarima, la corbata, los zapatos negros... la bata blanca,la tiza... ¿será eso lo que identifica a nuestros profesores más expertos?.
Yo he sido alumna de aquellos profesores, y muchos de ellos fueron muy buenos, accesibles, trabajadores vocacionales, despertadores de conciencias científicas o humanísticas, incluso morales. También los había que con sus doctorados y tarimas me daban miedo, que me exigían pero no sabían dar una clase, que bajándose de la tarima no eran tan caballeros, o no veían tras de mí, más que un membrete en un examen.
Yo, odio las etiquetas, y menos generacionales. Por ser de esta o de otra, no soy mejor profesional, pero lo que tengo claro es que un trabajador sea o no profesional o disciplinado depende de la circunstancia de trabajo, de la supervisión y corrección, de la formación una vez dentro del sistema y por supuesto de la que precede a tu entrada.
Quizá mi circnunstancia generacional me ayude a entender más la necesidad de las TIC en la escuela, o de tener boletines individualizados, o de aprender a tratar a los alumnos con necesidades especiales... Pero también debo enseñar con un pizarra o sin nada, debo controlar mi materia, y a mis alumnos, debo merecerme la condición de autoridad y ejercerla. Pero os aseguro, que no necesito una corbata, ni una bata en la refugiarme, sólo necesito un poco de sentido común, y humildad. Lo primero es trivial, lo segundo es para no olvidarme que los mayores de siempre ya pensaron que los jóvenes no merecíamos un lugar.
"Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros."
Sócrates
470 AC-399 AC. Filósofo griego.
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