Bueno, el título del post nada parece que tiene que ver con nuestro trabajo, la docencia. Sin embargo, llevo varios días padeciendo esos efectos maliciosos que tiene nuestra sociedad democrática...
Todas ellas son situaciones, lícitas, que se basan en el derecho, sin embargo que provocan situaciones a veces inservibles, otras incoherentes, y en su medida, incómodas...
Como docente, tienes en tu mano muchas cosas que conseguir, pero sin más remedio a veces, debes actuar para corregir conductas, faltas a las normas más básicas como la asistencia puntual a las clases, o hacer un buen uso de los recursos, ...
Cuando los alumnos, mayores en este caso, no asumen la corrección y sus padres tampoco, empieza una sucesión de hechos desagradables y que ponen en tela de juicio tu autoridad para esta u otra decisión. Por supuesto, que todos tenemos derecho a reclamar, a que nuestros problemas sean evaluados con objetividad, a pedir justicia...
¿pero tenemos derecho, como ciudadanos a saltarnos los procesos, y a ser escuchados aun sabiendo que nos estamos saltando el proceso? En el caso de las situaciones administrativas más básicas, si no lo haces en forma, tus reclamaciones son en vano... ¿Qué ocurre en educación?
Los padres a los que me refiero, no muy bien informados, reclamaron al consejo escolar la sanción que el equipo directivo quiso hacer efectiva, pero a su vez asistieron a una entrevista con la inspección para pedir cuentas del trabajo que el profesor de su hijo estaba haciendo. ¿Por qué no habló primero con el docente, luego con los jefes de estudios y más tarde, si era necesario con la inspección? El derecho a ser escuchados es tal, sin embargo, ¿el docente puede explicarse ante los padres, ante sus jefes ante su inspector ...?
La siguiente situación que he vivido, en pro del juego democrático, se vive en la Junta de personal docente en la que participo como delegada de personal. Cierto sindicato, mayoritario, pero sin la mayoría absoluta, en la primera de las reuniones de la misma perdió la elección por la presidencia. Ellos esperaban que al tener la mayoría obtendrían la presidencia, y se quejan de que el "juego" democrático no es ético, ya que al no tener la mayoría absoluta, no se les garantiza ganar en todo, en particular la elección de la presidencia.
Sin embargo, las actuaciones del mismo sindicato son difíciles de entender si de coherencia hablamos... La interpretación de la norma, el NO envío de propuestas, la abstención ante propuestas en las que ellos mismo coinciden, son algunas de las actuaciones que he presenciado. Interpreto, desde mi ignorancia, que todo esto forma parte de una estrategia, desde la que quieren desgastar al resto de los sindicatos y a su vez a la administración. Es lícito que paralicen a la Junta, que no propongan y luego se adhieran, y que además tachen al resto de los sindicatos de coloboracionistas con la administración... sin embargo es difícil de entender si todo esto es a costa de manipular información, hacernos perder el tiempo y más aun, perder la oportunidad de mostrar su intención de unirse al resto para conseguir más, porque en esto del sindicalismo, la unión hace la fuerza.
En fin, con la bandera de la democracia ganamos siempre, sin embargo, es difícil para nuestro sentido común quedarse quieto y callado para respetar lo que otros parecen no conocer.
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