Estamos en crisis.
Crisis económica, global, mundial, pero muy particular para nuestro país. El vídeo que inserto hoy en la entrada no es ni más ni menos que la narración del origen y desarrollo de nuestra crisis, la española.
Sin embargo, aunque las razones de la crisis se encuentran por todas partes, y llevan impresos el "por que yo lo valgo". Encuentro en la sociedad de hoy la razón que antes de la misma y hoy nos mantiene en este sitio: Los complejos.
Lo vivimos cada día en los pueblos pequeños, donde se nos convence de que no podemos tener los mejores servicios, porque no somos tan grandes como los ricos vecinos que son más, y a veces te da la sensación que también son mejores.
Lo vivimos cada día los propios padres, quienes críamos a nuestros retoños y sentimos que no lo estamos suficientemente bien, y entonces trabajamos más, o los llevamos a más actividades, o a más viajes... o les compramos más juguetes....
Lo vivimos cada día los profesores, nos han convencido que el sistema educativo español está a la cola de Europa, y que las familias de nuestros alumnos, las nuestras propias, no saben que hacer para motivarlos. Eso nos desmotiva, a veces, y a algunos, no les permite disfrutar del aprendizaje.
¿Qué podemos hacer?
Está claro, que asumir la crisis, ya bien sea en un sector o en otro ,nos ayudará a mejorar. Sin embargo, no debemos dejar que nos paralice.
Los ciudadanos debemos ser conscientes de lo que valen las cosas, crearlas, mantenerlas... También debemos hacernos cargo de que los servicios no lo son a la carta. Pero quien los crea debe crear una conciencia del valor de las cosas, y cubrir necesidades. Y no trabajar solo de cara a la galería, dejando los problemas sin resolver. Ser pocos no significa que los problemas de las personas no dejen de ser importantes.
Los padres debemos tomar las riendas de la crianza de nuestros hijos de forma responsable. Parece obvio pero os aseguro que no lo es. Sin obviar que la sociedad domina para poder escoger entre lo mejor para nuestras familias.
Los que trabajamos en servicios como la docencia, debemos asumir los pequeños retos como parte de un todo, pero no renunciando a los trabajos de equipo, a aprender de otros... Rechazando el individualismo a la que tiende nuestra profesión. Tomar las riendas con profesionalidad, no dejando resquicio a la falta de rigor ...
En fin, la única manera de quitar complejos es enfrentándonos a ellos.
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