jueves, 1 de septiembre de 2011

ARRIMAR EL HOMBRO

"Con lo que está cayendo es hora de que los funcionarios arrimen el hombro. " Así justificaba una periodista los recortes de la Consejería de Educación en Madrid.

"Si yo en un día trabajo 14horas, no me parece para tanto que ellos hagan en una semana 20" ese era el mensaje que alguien envió para que se publicara por cierta televisión.

"Se ha pedido un esfuerzo a los profesores funcionarios"comentaba la consejera de educación de Madrid.

En primer lugar, querida directora de ciertos informativos, nosotros los profesores, los funcionarios o no, hemos sido los primeros en arrimar el hombro, y no tuvimos nada que ver con el origen de la crisis.

Durante el pasado curso sufrimos un recorte de 5% de media en nuestros sueldos, funcionarios de carrera, interinos, personal laboral, personal docentes de centros concertados... , y casi nadie secundó la huelga en junio del 2010. Será entonces que creímos que había que asumir la situación.

Durante el pasado curso, nuestras administraciones ya recortaron en nuestros derechos: ciertas excedencias, licencias, oposiciones pactadas con anticipación y no ejecutadas. No hubo huelgas, ni protestas, las administraciones se saltaron sus propios pactos y muchos pensaron que tendríamos que asumir la situación.

En segundo lugar, me gustaría explicar a aquel trabajador que compara su jornada con mi horario lectivo, cuál es el horario de un trabajador de la enseñanza pública y en qué medida afectará la medida de las 2o horas.

Nuestro horario se distribuye semanalmente(37, 5h), hay tres tipos de horas:
  • lectivas(de 18 a 21),
  • complementarias de permanencia ( de 11 a 8 horas) ,
  • complementarias de preparación de clases (8,5 h).

Lo normal durante los últimos 10 años ha sido que de muchos profesores tengan 18 horas lectivas, algunos tenían 19, otros 20 y otros 21, en comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, hubo pactos para que los profesores no subieran de 19h.

Si ahora aumentamos 2 al horario lectivo a todos los compañeros del centro significará que todos a 20 y algunos a 21, y que en una plantilla desaparecerá entorno al 10% de profesorado.

Pero esas 2 horas no se aumentan si no que desaparecerán del horario complementario, parte de él de permanencia en el centro(hasta 29 horas) y otra parte de preparación de clases en casa(hasta37 ,5h) .

Un horario a 20 horas quedaría pues:
20 lectivas, 9 complementarias, y 8,5h de preparación de clases.

Durante esas 9 horas complementarias el profesor debe OBLIGATORIAMENTE hacer las siguientes tareas en sesiones.

atender a familias, atender a alumnos de la tutoría, atender a alumnado con dudas de tu área, guardias para sustituir a profesores, atención a la convivencia con alumnado expulsado, reunión con departamentos, reunión de tutores, preparación de actividades complementarias y extraescolares para el alumnado del centro, elaboración de documentación, claustro de profesores, reuniones de evaluación trimestral y extraordinaria, seguimiento del absentismo por equipos de trabajo, seguimiento de la convivencia,

Ahora bien, ¿es posible no perder alguna de estas actividades o que merme su calidad?
  • ¿Será eficiente una clase en la que se deje de informar a tiempo a los padres por falta de tiempo?
  • ¿Será eficiente una clase en la que se deje de enviar al aula de convivencia a chicos con conflictividad porque no se puede atender a ese alumnado?
  • ¿Y si dejamos de preparar actividades complementarias y extraescolares?
  • ¿Será necesario hacer guardias de profesores?
  • ...
Yo creo que perderemos muchas de esas actividades.

¿Qué más perderemos? Ayer algunos periodistas decían que no se perderá nada, son la mismas horas para un mismo servicio. Quizá sería así si la estructura de un centro no fuera más compleja.

Al bajar el número de profesores se pierden posibilidades:
  • Desdoblar un grupo con profesores especialistas de una misma materia por ejemplo. Algunos departamentos pueden ser ahora unipersonales, lo que supondrá que aun teniendo más horas no podrá desdoblarse así mismo.
  • Aumenta el número de alumnos por profesor. Sin duda un handicap a la hora de convivencia y atención individualizada. Pensemos, por ejemplo, que si sólo hay un profesor de apoyo a alumnos con necesidades específicas los grupos de atención dejan de serlo, ya que o bien se convierten en clases masificadas o bien no se atienden a todos.
Y ahora bien, y contestando a la consejera de educación en Madrid. Nos esforzaremos, no hace falta que nos lo pida, llevamos haciéndolo mucho tiempo. Y lo haríamos de forma más eficiente si los políticos no estuvieran usando nuestra profesión como moneda de cambio.

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