Hay comunidades autónomas que marcan actualidad en los debates. Es curioso, en Madrid, los centros escolares de primaria, creo que los públicos, están valorando en este momento de curso en cambiar el horario lectivo de los alumnos, pasando de una jornada partida a una jornada continua.
El revuelo es evidentemente una contraposición de opiniones, que no enfrenta a posiciones o ideas, sino a grupos claros: padres y docentes.
Los padres madrileños, acostumbrados a las jornadas partidas, en muchos casos hacen uso del comedor escolar, y también en muchos casos, las familias hacen uso de las actividades extraescolares como la acogida, (horario de 7 30h hasta las 9 30h) o como las actividades de tarde hasta las 17 30h, por ejemplo.
Es por tanto probable, que confundiendo conciliación familiar con estas actividades, se esté consiguiendo así que las jornadas de los niños sean semejantes a las de los padres, y me temo que más largas, ya que si un padre trabaja una media de 8h al día, debemos llevar a los niños antes de empezar a trabajar, y recogerlos después de salir.
Los defensores de continuar con las jornadas partidas, sin duda los padres, piensan que si se diera el cambio a la j. continuada la última sesión sería desaprovechada, por la falta de concentración del alumnado al final de la mañana.
Por otro lado, creen que la medida está dirigida a recortar en becas de comedor escolar, y fomentar el comercio con horas extraescolares, ya que el hecho de recoger a los alumnos, como tarde a las 16 h tras el horario de comedor, fomentará el uso de actividades de pago, que alargan necesariamente la jornada escolar.
Y ¿por qué se empeñan en cambiar el horario a jornada continuada?
La propuesta, intuyo, está dirigida por docentes, las horas de permanencia del docente en Madrid es de 30 horas, eso no variará con respecto al cambio. Piensan que las sesiones de la tarde, son muy pesadas en alumnos tan pequeños, y ayudará a que los alumnos puedan gestionar su horario de tarde entorno a otro tipo de actividades de ocio, o estudio.
Pero, a nadie se le escapa, que ambas propuestas esconden un problema básico de derecho laboral del S.XXI, "la conciliación laboral familiar".
Las empresas, ahora en la crisis, están alargando sus jornadas, si es que alguna vez las redujo, todos los derechos conquistados se dejan de lado entorno al déficit, así que muchos padres con la "suerte" de trabajar no pueden estar "a la hora" para estar con sus hijos.
Por otro lado los docentes, han sido axfisiados durante los últimos años con los recortes, aumentan sus jornadas, reducen su sueldo, suben las ratios de alumnado en las aulas, ... así que usando la poca flexibildad que dejan las normas de funcionamiento de los centros, están intentando aprovechar sus derechos laborales, mermados, pero aún existentes en este sentido.
Mientras la administración expectante abandona a su suerte a los grupos contrapuestos: "A mar revuelto..." debe estar diciendo la consejera. Apelando a la libertad de los centros, y a la potestad de los consejos escolares, no meterá "baza"... Y así deja que crezca la aversión entre docentes y padres.
Y las empresas, olvidándose de todo lo que conquistó el "trabajador" en décadas anteriores, apela a "esto son lentejas"...
Y desde este pequeño portátil, en C-LM me pregunto: y...¿Quién piensa en nuestros hijos?
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